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| Maratón de Berlín 2007 | 
Eran las 6 de la mañana del día clave, en unas horas estaríamos  corriendo el maratón, por fin había llegado el momento. Tantas horas de  entrenamiento, tantos madrugones para salir a correr, tanto  sufrimiento..... tantas cervezas que nos habíamos bebido la noche  anterior....(por lo menos sabíamos que estábamos hidratados).
Dormíamos todos en la misma habitación del albergue y ya llevábamos un buen rato despiertos pero sin decirnos nada....
Cuando  sonaron los móviles indicando que era el momento de  ponernos en  marcha., todos sabíamos perfectamente que teníamos que hacer. Nuestros  cuerpos eran una maquina perfectamente preparada para afrontar la  difícil tarea que se nos avecinaba...... la de no hacer ruido para no  despertar a nuestras novias que estaban durmiendo en las otras literas.  Tarea imposible ya que según la ley de Filipides  5 personas que van a  correr un maratón en las horas previas a la prueba no pueden evitar  tontear, hacer chistes, bromas y no parar de reír. Esto se resume en la  siguiente formula:
Horas previas al maratón+5 presonas nerviosas*un espacio reducido/gente que quiere dormir= vamonos que la vamos a liar
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| El alegre y diverso grupo | 
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Dicho  lo cual salimos de la habitación del albergue y ya en el mismo pasillo  nos encontramos con los primeros indicios de que hay un maratón a punto  de celebrarse en Berlín. 
Todos los que íbamos a tomar parte en el  maratón teníamos una mochila naranja con nuestro numero de dorsal  impreso, y en esta mochila teníamos que meter todo lo que fuéramos a  dejar en el guardarropa. Por lo tanto todo ser humano, animal u cosa  (que de todo te puedes encontrar..) que fuera a participar en la carrera  llevaba  una mochila naranja. 
Pues lo dicho ya en el pasillo de el  albergue nos encontramos con gente ataviados con las mochilas. “joder  que pasada y ni siquiera hemos cerrado la puerta de la habitación y ya  se palma el ambiente que va a ver”.
Salimos a la calle y nos vamos a  la estación de tren a desayunar, si,  no me miren así, teníais que ver  que sitio mas bueno para desayunar había en la estación. Un bar (por  llamarlo de alguna manera) con frutas, bollos, bocadillos... etc todo  buenísimo. Y el hombre que hacia los zumos naturales, no se porqué creía  que íbamos a correr el maratón y nos regaló una bolsa con fruta. Mira  que majo, como sabrá que vamos a correr? Será por ir en zapatillas? Será  por llevar mallas? Será porque todos tenemos un pulsómetro? Será por  las mochilas naranjas? Por la bandera de España que llevábamos? No se no  se, esta gente es la leche, que listos, que sabiduría, si vas por la  calle y hasta los niños pequeños hablan alemán. 
Pues nada después del opíparo desayuno nos disponemos a colarnos (digo a pagar el billete del tren).
Y  el tren iba hasta los topes de gente, todos con su mochila naranja, era  emocionante ver la cantidad de gente que iban hacia la salida, y  todavía quedaba hora y media.
Y una de las imágenes que se me  quedaron grabadas en la mente fue cuando llegamos a la estación mas  cercana a la zona de salida. La estación estaba  elevada, y vimos como  un autentico río humano de mochilas naranjas se dirigía hacia el  parque  donde estaba la puerta de Branderburgo . Fue algo impresionante en mi  vida había visto tanta gente junta con la misma idea de hacer deporte.  Tomaron la salida alrededor de 43 mil personas. Todo lo que te daba la  vista era gente y gente y mas gente, todo se lleno del naranja de las  mochilas y del amarillo de los plásticos que te daban para que no te  enfriases.
Después de dejar nuestras cosas en el guarda ropa y  ataviarnos con el platico amarillo nos dirigimos hacia los cajones de  salida. Era gracioso vernos todos de amarillo y con los brazos por  dentro del plástico para no pasar frío.
Despacito, despacito por fin  llegamos a la gran avenida donde se toma la salida, y si ya íbamos  alucinados, aquí fue la apoteosis.  Metidos en el meollo eso es algo que  hay que vivirlo, todo el mundo aplaudiendo, con ganas de tomar la  salida y con la música de carros de fuego sonando por los altavoces.
Yo  tenia mi objetivo claro, me pondría detrás de Gebreselassie, y aguantar  el ritmo, en el ultimo kilómetro le despistaría diciéndole :”oye macho  que se te ha desatado la zapatilla” y en ese momento desataría mi ataque  final para entrar en meta el primero. Era un plan perfectamente  diseñada, perfectamente estudiado y sabia que lo iba a lograr.
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| Euforia en la salida | 
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A las 9:00 a.m. se dio la salida, y entre aplausos y vítores poco a poco empezamos a movernos para iniciar nuestro periplo. 
Pues  yo a lo mío a ponerme a rueda de Gebreselassie. Pero leches ¿dónde se  ha metido? No le veo. Nada, nada seguiremos avanzando que ya daré con  el, tanto no correrá joder .
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| Gebrelaisse hacia el record del mundo | 
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La carrera fue genial, no falto  animación en ningún momento, muchas bandas de música sembraban el  recorrido, bandas sobre todo de jazz. En ningún avituallamiento faltó  bebida ni comida, y el recorrido era prácticamente llano, de echo había  veces que creía que íbamos bajando.
Desde mi poca experiencia  maratoniana, solo había corrido hasta ese momento en el maratón de  Madrid 2007. Quede completamente fascinado con el recorrido ,con la  gente.... Bueno la verdad es que los alemanes son un poco sobrios a la  hora de mostrar sentimientos, animaban pero sin armar escándalo. Solo  cuando veíamos una bandera española se oía jaleo y gritos por doquier.  Hay que ver como somos se nos oye desde la distancia. 
Al final  cuando crees que no puedes mas y ves a lo lejos la famosa puerta de  Branderburgo sabes que el final esta cerca, y una gran emoción y alegría  invade tu cuerpo.... Cruce la meta sin ver a Gebreselassie, caguen la  leche ¿donde se habrá metido? Luego me enteré que cruzó la meta 1 hora y  51 minutos antes que yo, que jodío como corre.
Mi enhorabuena a  Gebreselassie por haber conseguido el record del mundo de maratón y  también para todas aquellas personas que participaron ese dia en la  carrera, terminaran o no su esfuerzo y valentía queda demostrado tan  solo con el  echo de presentarte en la meta. Muchas gracias también a  todos los que nos acompañaron y sufrieron con nosotros................
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| Tras cruzar la puerta de Brandenburgo, en meta del Maratón de Berlín 2007 | 
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